"Un cadáver para sobrevivir": la película más bipolar y rara que verás jamás

Cuando estés perdido, no hay nada mejor que un "cadáver multiusos"; que tienes que cortar un árbol: utiliza un cadáver, si tienes que encender fuego en mitad de un bosque: gracias a los pedos de tu cadáver no pasarás frío por la noche y así un incesante sin fin de utilidades. Con un cadáver, no será necesario la ayuda de Jesús Calleja para salir ileso del peligro.

Jocosamente original

Hank (Paul Dano, Noche y Día) es un joven deprimido que naufraga en una minúscula isla desierta. El protagonista nunca ha sido feliz, ha intentado suicidarse varias veces sin éxito y viendo que el destino le vuelve a jugar una mala pasada, decide intentarlo una vez más. Se pone una soga al cuello y justo cuando va a ahorcarse, un cadáver (Daniel Radcliffe, Harry Potter, Ahora me ves 2) inicia un incesante concierto de flatulencias que impiden a Hank acabar con su vida.

Día tras día, Hank usará el cadáver no sólo como herramienta para sobrevivir sino que será su confidente, aportando a la película un toque de sentimentalismo. De repente, el cuerpo se propulsa como una moto acuática gracias a sus gases y tras meditarlo, Hank se sienta a las espaldas de aquél y llegan a tierra comenzando una nueva aventura para los dos.

Sentimientos bipolares

 Para el espectador este trabajo de Dan Kwan y Daniel Scheinert provoca sentimientos contrapuestos constantes. A través de esta rara historia, veremos escenas de lo más chocantes y otras tan sentimentales que llegan al límite de lo empalagoso. Hank quiere compensar al cuerpo de ese desconocido por haberlo alejado de la isla, así que se lo lleva a rastras por todo el bosque mientras se desahoga contándole experiencias de su deprimente vida. Cuando encuentra un refugio, el cuerpo comienza a hablarle y se hacen amigos; siendo a partir de este momento cuando la película parece cobrar un trasfondo más profundo de lo que aparentaba en su inicio.

Hank le explicará a Manny (así se llama el cadáver) que es el amor y las cosas bellas que tiene la vida como si se tratase de un niño pequeño. Ambos compartirán momentos muy emotivos a lo largo de la cinta que se irán compaginando con un humor negro y bizarro propio de una película de serie B. De tal forma, que llega un punto en que no sabes si estás ante una obra maestra o si más bien se trata de los minutos más desperdiciados de tu vida.

Así es en definitiva Un cadáver para sobrevivir (2016), una coctelera de sentimientos bipolares incesantes acentuados por la inocencia de un genial Daniel Radcliffe y la ternura de Paul Dano cuya amistad personal se ve perfectamente reflejada a lo largo de la trama.