Crítica El Hobbit Un Viaje Inesperado


El Hobbit: Un Viaje Inesperado ha cumplido las grandes expectativas de los seguidores de Tolkien y, del encargado en llevarla a pantalla, Peter Jackson.



La película de El Hobbit (primera parte) cuenta la historia de cómo Bilbo Bolsón (Martin Freeman) se adentra en la aventura que marcará su vida. Gandalf el gris y un numeroso grupo de enanos, liderados por Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage), serán sus acompañantes en esta ardua travesía.

Ciertamente, lo único negativo del film es la división de la novela en tres partes, quizás demasiado para un libro de aproximadamente 360 páginas; si se compara, con la trilogía que lo precede. Sin embargo, si las otras partes son como ésta, este aspecto será difuminado con creces. Peter Jackson en esta ocasión, ha tratado la novela al más mínimo detalle, cosa hartamente agradecida para quienes hayan leído a Tolkien. Así veremos por ejemplo, las entrañas de la ciudad de Erebor, trasgos y, como no, los enanos cantando ante la atónita presencia de Bilbo. 

Si hablamos de su desarrollo, la película tiene una duración 2:45 horas pero la continua acción, sobre todo una vez abandonada La Comarca, impide al espectador algún segundo de pasividad ante lo que se muestra en la pantalla. Los sucesivos combates serán, en consecuencia, los protagonistas de la historia.

Es igualmente de destacar, la personalización realizada sobre cada uno de los personajes de la película. Éstos se presentan con unos rasgos muy definidos, algunos bien conocidos como Gandalf (Ian Mckellen) y otros muy sorprendentes como el mago Radagast (Sylvester McCoy) 


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Por todo ello, no es de extrañar que la primera entrega de esta trilogía épica haya recaudado unos 223 millones de dólares en todo el mundo en el fin de semana de su estreno. En España, más de 800.000 espectadores han visto ya la película desde su estreno el pasado 14 de Diciembre.

Habrá que esperar al 13 de diciembre de 2013 para disfrutar de la segunda parte, El Hobbit: La Desolación de Smaug.

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